El grupo islamista nigeriano Boko Haram secuestró 276 niñas adolescentes que estudiaban en Chibok a las que sacó de sus dormitorios -53 escaparon y quedaron 223 cautivas-. Los hechos sucedieron hace tres semanas y hoy 6 de mayo de 2014, el líder del grupo, Abubakar Shekau, anuncia que las venderá como “esclavas”.
En un video que circula por el mundo entero, Abubakar Shekau, se atribuyó la responsabilidad del secuestro acaecido el pasado 14 de abril y notifica que “Por Alá que las venderé en el mercado” porque las considera “esclavas”.
En USA que no salen del asombro, la senadora demócrata Amy Klobuchar ante el pleno de la cámara ha dicho: "No podemos cerrar los ojos ante la evidencia de la barbaridad que se está produciendo ante nosotros en Nigeria.
En Inglaterra, el Ministro de Relaciones Exteriores, Willliam Hague, ha dicho que Londres le está ofreciendo “ayuda practica” a Nigeria, para la liberación de las pequeñas.
La ONU a través de su portavoz de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville, amenaza afirmando que estamos ante un posible crimen contra la humanidad: "La legislación internacional prohíbe absolutamente la esclavitud, sea sexual o no. Estos actos pueden constituir, bajo ciertas circunstancias, un crimen contra la humanidad".
¿Dónde están las niñas? Nadie sabe. El ejército las está buscando en la selva Sambisa, en el Estado de Borno, donde Boko Haram tiene campamentos fortificados; el Departamento de Estado de USA afirma que fueron llevadas a países vecinos y gente de la zona dice que algunas de las chicas ya fueron vendidas a combatientes islamistas como futuras esposas.
Uno de los padres, Enoch Mark, afirma que el ejército de Nigeria no hizo lo suficiente y continua sin hacerlo pues para él es imposible no encontrar a las niñas por el número que representan: "Los miembros de Boko Haram no son espíritus ni criaturas extraterrestres a las que no se pueda seguir y domeñar"; "El Gobierno debería encontrar a nuestras hijas o, si no es capaz, pedir ayuda internacional"; "La angustia y el trauma que esto nos supone a los padres se están volviendo insoportables".