"Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo Importante". Mafalda.
Este año cumple 50, la pequeña Mafalda. Nació el 29 de septiembre de 1964 en el seno de una familia porteña. De personalidad curiosa, inquieta, precoz, algo cascarrabias, despierta y terriblemente irónica es considerada por todos los que la leen una rebelde sensata. De ideas progresistas y propensa a filosofar de cualquier hecho cotidiano, pasará a la historia como modelo de pensamiento de la aspiración idealista y utópica de lo que podría ser un mundo mejor.
Su sueño personal: estudiar idiomas y ser algún día interprete en las Naciones Unidas para contribuir con su pensamiento a la paz mundial. Defensora de los derechos de la mujer, la paz, la humanidad y los derechos humanos. Pesimista y preocupada por lo que le sucede al mundo no dejó de reflexionar ante los hechos mundiales y como ella misma dijo algún día: “Paren el mundo, que me quiero bajar”.
La pequeña filosofa no tuvo apellido, Quino nunca se lo dio. No obstante sabemos que perteneció a una familia de clase media, domiciliada en la ciudad de Buenos Aires (Argentina) en la calle Chile 371, en San Telmo. Vivía con sus padres a los que criticaba con duros cuestionamientos por considerarlos “algo pasivos” y su pequeño hermano Guille. Tuvo por mascota una tortuga llamada “burocrática” por la lentitud que se gastaba para todo.
Entre sus gustos estaba la música preferentemente de “Los Beatles”; los dibujos del “Pájaro loco” y los panqueques. La pequeña Mafalda odió de forma radical, la sopa. También odió nítidamente en sus discursos y opiniones la injusticia, la guerra, las armas nucleares, el racismo y las absurdas convenciones de los adultos.
Su mejor amiga “Libertad” de familia socialista y defensora de la revolución de la clase proletaria constituyó su apoyo incondicional cuando de charlas políticas, ideológicas y solución de problemas del mundo se trataba. La diminuta Libertad –era la más pequeña del grupo- fue el símbolo de la intelectualidad, la crítica, la libertad y claridad de ideas y eso le granjeó algunas dificultades para interactuar con algunos de los chicos del grupo de amigos de Mafalda.
Su otra amiga “Susanita” representa el símbolo de la vanidad, el racismo, la conciencia de clase y las diferencias que ella implica. Es una niña que descalifica a los demás niños por no tener el estatus social que ella defiende y aspira tener. Sus constantes discusiones con Mafalda obedecen a que para Susanita su único sueño es llegar a casarse con un hombre rico y convertirse en una dama para jugar el bridge con sus amigas y presumir de su encantador marido. No obstante la pequeña Mafalda la quiere porque a pesar de su personalidad presuntuosa tiene un buen corazón.
Mafalda es obra de Quino quien ha ganado en el mes de mayo de 2014 el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Mafalda es obra de Quino quien ha ganado en el mes de mayo de 2014 el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
