En reiteradas oportunidades he manifestado que el respeto por los derechos humanos fundamentales debe prevalecer en todo proceso judicial, administrativo y disciplinario. De igual manera toda persona es inocente hasta que se compruebe lo contrario conforme lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y la Constitución Política.
Me sorprende la rapidez y la ejemplar sanción impuesta a una patrullera de la Policía Nacional, que cometió el acto reprochable de tomar de una droguería una crema para el “contorno de ojos”, supuestamente aprovechando el descuido de la trabajadora encargada. De estos hechos quedaron registros en la cámara del lugar.
Lo impresionante es que la sanción llegó de manera rápida y de forma ejemplar. Justo como debe ser para quien cometa hechos que atenten contra el buen nombre de la institución. No pueden continuar en ella, deben ser sancionados e incluso, destituidos.
Me resulta curioso y hasta repudiable, que en la Policía los procesos por apropiación de recursos en millonarias cuantías no han sido resueltos con la misma rapidez, que se le imprimió al caso de la patrullera Andrea Cortés. La primera mujer trans que logró ingresar a la Policía Nacional.
En los años 2012 y 2013, se realizó la remodelación del comando de policía de la ciudad de Cartagena, con un sobrecosto de varios miles de millones y a pesar de existir un proceso disciplinario y fiscal, la impunidad va ganando.
El entonces Juez Penal Militar, valiente policía, cumpliendo su juramento a la Patria, denunció los hechos de corrupción cometidos por sus superiores, acto que conllevó su traslado y amenazas de muerte en varias oportunidades. Por su parte, los acusados de corrupción, hoy gozan de privilegios con sus bolsillos llenos.
Los altos oficiales responsables del millonario sobrecosto, no tuvieron la suerte de quedar grabados en un video, como en el caso de la patrullera en la droguería. Sin embargo, la mala calidad de las obras y el descaro en los precios de los contratos, si quedaron consignados en las cuentas de la institución.
Mientras se aprueba el proyecto de ley Nro. 032/2021 Senado 218/2021 Cámara, “por la cual se crea la categoría de patrullero de policía, se establecen normas relacionadas con el régimen especial, de carrera del personal uniformado de la policía nacional, se fortalece la profesionalización del servicio de policía y se dictan otras disposiciones”, la institución debe impulsar y llevar a su fin, todas las investigaciones en curso en las que deban ser disciplinados sus miembros por las acciones cometidas. El peso de la ley debe ser para todo el mundo, las sanciones deben ser ejemplares e impuestas en un tiempo prudente. La ley y la justicia no solo se le debe aplicar al más marica.