Frase de la Semana: "¿Quis custodiet ipsos custodes?" Destacado

 

¿Quién custodiará a los cuestores?
¿Quién vigilará a los vigilantes?
¿Quién juzgará a los gobernantes?

 

Locución latina que se traduce de muchas formas: ¿Quién custodiará a los cuestores?, ¿Quién guardará a los guardianes?  ¿Quién hará responder a quiénes están investidos de todos los poderes?  ¿Quién nos protegerá de los gobernantes?
 
Aunque la frase corresponde al poeta Décimo Junio Juvenal (Siglo I de nuestra era) autor de poemas y sátiras[1], ha sido empleada para esbozar la contrariedad que comporta la corrupción en cabeza de quienes ocupan altas dignidades, problema existente desde la antigüedad.
 
Platón en su obra La República, dejó planteado el problema: Uno de los personajes de los diálogos de La República, Sócrates, habla con Platón acerca de la sociedad perfecta y hacen referencia a la clase gobernante, como aquélla encargada de proteger a la ciudad. Pero Sócrates va más allá y le preguntará a Platón ¿Quién nos protegerá de los protectores? Platón le responderá: ‹‹ellos se cuidarán a sí mismos››.
 
Para Platón, los guardianes de la sociedad, deben convencerse de ser mejores personas que a aquellos a quienes prestan sus servicios y por lo tanto su compromiso para con ellos será ejemplar. Detentarán los vigilantes o guardianes de la sociedad, esa alta dignidad, sintiendo aversión por los privilegios y las prerrogativas y llegarán a tan altos cargos sólo aquellos que posean un conocimiento de gobierno fundado en lo ecuánime, en lo recto, en el más sublime sentido de lo equitativo, de tal forma que actuarán desprendidos de toda ambición y codicia de poder.  Serán tan dignas y excelsas las cualidades morales y éticas que se esperan de los gobernantes, que el filósofo Glaucon que hacia parte del diálogo entre Socrátes y Platón, estimó absurdo pensar que un gobernante ungido de tan altísimas cualidades necesitará un vigilante.  
 
El gran debate histórico de las sociedades radica en establecer hasta dónde debe llegar el poder último. Se dice que en las modernas democracias, este problema se disipó con la separación de poderes, consagrada en la obra “El espíritu de las Leyes” de Montesquieu, que ordenó y distribuyó las funciones del Estado, quedando la figura de los gobernantes de los antiguos estados en cabeza de aquellos que hacen parte de las tres ramas del poder público, es decir, las personas que ocupan los más altos cargos del poder ejecutivo, legislativo y judicial.
 
En Colombia, se habla popularmente de las “Altas Cortes” para referirse a la Corte Constitucional, Consejo de Estado, Corte Suprema de Justicia y Consejo Superior de la Judicatura, siendo la Corte Constitucional la más alta corporación de la Rama Judicial de la República de Colombia a la que pueda llegar un colombiano ¿Quién vigila a los miembros de estas altas corporaciones?  Se supone que el Congreso, es decir, otra de las ramas del poder público que debería estar conformada por personas de intachable conducta. Específicamente, la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes que está compuesta en la actualidad por 15 miembros.
 
No obstante, la sensación que tenemos los colombianos es que los miembros de las altas cortes, al parecer y gracias a que no reúnen las cualidades de los gobernantes descritas por Platón, Sócrates y Glaucon en los diálogos de la “República”; que gozan de un fuero especial; y, que carecen de un juez superior que los investigue con gran rigurosidad, pueden incurrir en faltas que a cualquier ciudadano del común lo llevarían directamente a la cárcel pero a ellos los dejaría en la impunidad.
 
Empero, algunos miembros del Congreso de Colombia, parecen percibir el malestar que los ciudadanos colombianos tenemos a propósito del manto de dudas que recae sobre algunos magistrados de la más importante corporación de nuestro país y al respecto se han pronunciado, como lo hizo la Senadora Claudia López  en los siguientes términos:
 
“La Corte Constitucional es la joya de la corona judicial de Colombia y ser magistrado no es un hobby”.
 
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[1] La Sátira VI escrita por Juvenal que hace referencia a la alocución dice textualmente: “Escucho siempre el reproche de mis amigos/”Enciérralas, contrólalas” Pero ¿quién vigila a los vigilantes? ¡Los planes de las esposas comienzan con ellos”. 
Modificado por última vez en Miércoles, 18 Marzo 2015 12:36
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